Inseguridad

Fue desvalijado completamente sin inaugurar

Debido a la cuarentena no pudo abrir su complejo de fútbol durante marzo y los ladrones se lo desmantelaron en 20 robos. En el último incidente se llevaron el techo.

Un complejo de canchas de fútbol, que esperaba poder inaugurar durante el inicio de la cuarentena, ha sido lugar de múltiples robos que lo han desmantelado casi completamente, según contó su dueño Gustavo González. El predio se encuentra a la vera de la avenida Circunvalación y los delincuentes lo han desvalijado sin darle lugar siquiera a arrancar con sus actividades.

Después de meses de trabajo, Gustavo se preparaba para inaugurar su complejo en la zona sur. Invirtió su único capital en este proyecto de 8 canchas: la mitad de fútbol 5 y la otra mitad de 7. Pero el fin de semana en que se iba a jugar el primer partido se decretó la cuarentena. Todavía no recuperó ni uno de los casi siete millones de pesos que invirtió.

“Es un lugar que quedó desolado y se han llevado hasta las ventanas, hemos tenido más de 20 robos en estos meses”, detalló González a El Doce. Los ladrones en la última oportunidad se llevaron incluso hasta las chapas de un tinglado. “Hicimos una inversión de 7.000.000 de pesos para darle la comodidad a la gente y no nos dejaron arrancar”, explicó el dueño.

En la seguidilla de robos se llevaron las heladeras, unos 20 reflectores, puertas, ventanas, tres tanques, tres bombas de agua y hasta la instalación eléctrica y las griferías con sus caños, por enumerar algunas cosas. “En un momento, vinimos y soldamos las aberturas y lo mismo las arrancaron y se las llevaron”, dijo el emprendedor. “Semana tras semana venimos y vemos qué se han llevado, esta semana se llevaron 200 metros de alambrado de las canchas, la bomba de agua y los reflectores y las ventanas y puertas de una casa que tenemos para el sereno”, relató.

La sucesión de hechos tuve su punto máximo hoy. Mientras se encontraba en su vivienda, lo llamó un vecino y le advirtió: «Te están robando el techo, venite ya que los agarrás». Gustavo llamó a la policía, se subió su auto y manejó hasta el lugar, pero al dar cuenta del peligro que podía correr, se frenó en circunvalación. Desde allí puedo observar toda la situación.

Se trataba de tres personas que estaban intentando sacar las chapas que cubren lo poco que quedaba de la estructura. «Estuve media hora viéndolos cómo me robaban. En ese tiempo pasaron tres patrulleros. Los frené. Los dos primeros se fueron y nunca volvieron, el tercero se quedó conmigo y me ayudó, pero para cuando llegamos ya habían cargado todo en una camioneta blanca y se habían ido», describió en una entrevista con El Doce. «Se tomaron el trabajo y el tiempo para desatornillar y desarmar, eso son horas de trabajo», señaló el hombre.

El dueño asegura que él no es el único afectado ya que a estos hechos delictivos los vienen sufriendo más del 80% de los negocios de este tipo. Debido a las restricciones siguen sin poder abrir sus puertas para realizar partidos. Además de los robos, durante estos meses el lugar también sufrió dos incendios, que tuvo que apagar por sí mismo junto a familiares que lo ayudaron.

«Nunca pude trabajar y ahora me cortaron los brazos, las piernas, todo», lamentó el empresario.