Judiciales

Causa Dalmasso: piden más de 200 nuevas pruebas de ADN en Río Cuarto

Continúa la investigación "por la verdad" a cargo del fiscal Pablo Jávega. Ahora, citan a allegados a la familia para averiguar quien pudo haber dejado su huella en el cinto de la bata con el que estrangularon a la víctima.

A casi 17 años del crimen de Nora Dalmasso (51) y 14 meses de la absolución de Marcelo Macarrón, continúa la investigación «por la verdad» a cargo del fiscal de Instrucción Pablo Jávega en los Tribunales de Río Cuarto. Tras designar dos colaboradores exclusivos para la causa y estudiar el expediente, el fiscal resolvió profundizar en la pista genética.

De acuerdo a lo que informó La Voz, en el juicio en el que el viudo fue declarado inocente del crimen por encargo que se le imputaba, el fiscal Julio Rivero sostuvo que a Dalmasso «la mató una sola persona, un conocido por ella». Asimismo, sostuvo que tras «un acto sexual consentido», el asesino sujetó a la víctima del cuello hasta dejarla inconsciente y luego le hizo un doble nudo con el cinto de la bata en el cuello.

Pese a que el caso puede estar prescripto por la cantidad de años transcurridos, el Tribunal que juzgó a Macarrón resolvió remitir los antecedentes a la fiscalía de Jávega para que prosiga la búsqueda de la verdad histórica sobre lo ocurrido.

Cabe recordar que en el cinto de la bata los expertos genetistas hallaron huellas de Macarrón, que se supone llegaron ahí sólo porque vivía en la misma casa, y un perfil no identificado. Ese rastro hallado en el lazo no pertenece a ninguno de los imputados ni a los policías o conocidos que estuvieron en la escena del crimen.

En su momento, el fiscal Javier Di Santo hizo el cotejo con casi 30 personas y se descartó que hubieran contaminado la evidencia. Ahora, Jávega pidió a los detectives de la Dirección de Investigación Operativa (DIO) que elabore una lista de todas las personas que formaban parte del entorno social de Dalmasso y Macarrón, y de todos los que ingresaban habitualmente al domicilio (incluido los obreros que reformaron la casa en el 2006).

«Intentamos depurar los perfiles de ADN ubicados en la escena del crimen, apuntamos a averiguar a quienes pertenecen los ADN que no habían sido identificados. Si se logra esta tarea, que no es menor, vamos a intentar determinar cuál es el contexto, cómo habían llegado esos aportes a la escena», precisó el fiscal.

Según trascendidos, la DIO confeccionó una lista de 200 personas allegadas al matrimonio y su casa. Todas las semanas son citados entre 10 y 20 testigos, y se les toman muestras para establecer su ADN.

Esos datos genéticos se cotejan con los del cinto de la bata y el resto de la evidencia. Fuentes de la investigación explicaron que si surge una coincidencia, podrían la prueba con control de parte y luego tendrían que determinar si esa huella quedó accidentalmente o porque corresponde al asesino.

La mayoría de las muestras que se tomaron en las últimas dos semanas son de personas a las que nunca antes se le habían hecho estudios de ADN.

Durante el juicio, Facundo y Valentina Macarrón, hijos de la víctima, plantearon dudas en torno a la cadena de custodia del estudio de ADN de un empresario que creen sospechoso del crimen. No se descarta que la querella insista con repetir esa y otras pruebas.

Se estima que el nuevo mapeo de ADN de la causa llevará entre cuatro y cinco meses, ya que prevén procesar unas 40 muestras por mes.

Fuente: La Voz.