Temporada de verano

¿Cuál es el futuro de los festivales cordobeses?

Los espectáculos representan un gran movimiento turístico, cultural y económico. Luego de la cancelación de Jesús María, qué se prevé que suceda con cada jornada histórica en la provincia.

Tras la apertura escalonada de la circulación turística por la provincia, comienza a plantearse la duda de qué pasará con cada uno de los festivales en Córdoba, que suelen ser una de las principales atracciones de las vacaciones.

Cada evento tiene sus particularidades de acuerdo a la localidad, pero todos generan un gran movimiento turístico, artístico, cultural y económico, como así también plantean una gran afluencia de personas, cuestión a considerar en el contexto de la pandemia por Covid-19. En estos días, los intendentes y funcionarios de cada ciudad ya están definiendo qué eventos se realizarán, cuáles no y bajo qué condiciones.

La semana pasada se anunció la suspensión definitiva de la edición número 56 del Festival Nacional de Doma y Folklore de Jesús María, mientras que el presidente de la comisión organizadora, Nicolás Tottis, expresó que era inviable realizar el evento en este contexto.

Organizar un espectáculo de tal magnitud, que el año pasado llegó a un récord de 200 mil personas, implica el manejo de muchas variables que hoy no están garantizadas. En diálogo con La Voz, Tottis señaló que la mayoría de la gente apoya la decisión que tomaron: «Lo estoy viendo en los comentarios de las redes. Además, circulaba una encuesta privada que decía que el 60% de Jesús María no quería que se hiciese el festival».

Tras el cancelamiento del show, se abre la posibilidad de que cuando esté disponible la vacuna, se hagan espectáculos de menor envergadura ya sea de doma o de música durante el año próximo.

En el caso del Festival Nacional de Folklore de Cosquín, la situación es diferente ya que desde un primer momento el intendente de la localidad Gabriel Musso manifestó la intención de realizar la 61° edición respetando todas las medidas sanitarias.

En relación a esto, la Comisión Municipal de Folklore en conjunto con el área de Defensa Civil ya presentaron un protocolo que está siendo analizado por el Centro de Operaciones de Emergencia (COE). «El esquema se basó en el protocolo presentado a nivel nacional y que prevé una reducción del aforo a un 50% del público dentro de la plaza Próspero Molina», detalló a La Voz Luis Barrera, secretario de Programación.

Se contempla la quita de butacas de gran parte del sector de plateas para garantizar el distanciamiento social. En cuanto a la parte artística, posiblemente se reduzca la extensión de la jornada y la cantidad de artistas, así como todo el personal relativo a la organización. Barrera manifestó que todos estos detalles terminarán de definirse una vez que tengan la habilitación oficial del COE, con el deberán trabajar en conjunto.

Sobre el resto de las actividades relativas al festival, el funcionario distinguió que se han presentado protocolos para la Feria de Artesanías y para los escenarios callejeros, aunque no así para la Peña Oficial y el Fogón Criollo. Barrera argumentó: «Decidimos no realizarlos para no generar competencia con el sector gastronómico, que es uno de los más golpeados en ese contexto». En cuanto al resto de las peñas, el secretario de Programación anunció que deberán presentar sus propios protocolos para poder funcionar.

Respecto a otros eventos provinciales, uno de los festivales que ha mostrado un gran crecimiento en los últimos años es el de Avicultura en Santa María de Punilla, localidad donde también se lleva a cabo el Cosquín Rock en febrero (que se espera pueda realizarse en abril, cuando se cuente con la vacuna).

«Hemos presentado un protocolo con dos posibles formatos por realizarse en el predio El Paseo, al aire libre», sostuvo Dardo Zanotti, intendente de Santa María. «La idea es plantearlo con el formato ‘corralito’ que se implementó en Europa, en el que cada sector es compartido por un grupo familiar o de amistades», agregó.

Zanotti confirmó que ya han iniciado conversaciones con varios artistas de gran convocatoria y apuntó al fin de semana del 15 de enero como fecha posible, que es la habitual para el evento. Aunque también apostó a realizar shows durante todo el verano. «Vamos a instalar el escenario que se utiliza en el Cosquín Rock, por lo que pretendemos producir varios recitales», apuntó.

Durante ese mismo fin de semana suele llevarse a cabo el festival Un Canto a la Vida, en Embalse. Según adelantaron desde municipio, aún están analizando presentar el protocolo para realizar una versión más acotada. De ser aprobado, imaginan una 36° edición mucho más modesta.

Acerca de qué podría pasar con el Festival de Peñas de Villa María, el presidente del Ente Deportes y Turismo de esa localidad, Gabriel Falchetto, comentó que están esperando directivas a nivel provincial para tomar decisiones, pero que tienen la ilusión de poder realizarlo. El evento se hace los primeros días de febrero.

«Quizá podemos posponerlo en el tiempo. Hace 52 años que hacemos el festival y la idea es conservarlo año a año. Las definiciones tienen que venir desde lo gubernamental. Una vez que tengamos eso, estudiaremos los protocolos y veremos si es viable hacerlo en el anfiteatro y con distanciamientos», explicó Falchetto.

En relación a la grilla, el funcionario aseguró: «Tenemos un contacto directo con todos los representantes y los artistas pero la verdad es que no hemos diagramado nada y no hemos trabajado con ellos todavía». Por el momento no se descarta tampoco traer artistas internacionales.

Otro de los festivales tradicionales que se realiza en los primeros días de febrero es el de Colectividades de Alta Gracia, desde el cual comunicaron que, al igual que Jesús María, tampoco se llevará a cabo. «No sería oportuno realizar esta fiesta que por sus características convoca a muchísimas personas y pone en riesgo la situación sanitaria que se logró con el esfuerzo de todos», adelantó el intendente Marcos Torres.

«La fiesta mayor de Alta Gracia se caracteriza por grandes shows y la puesta de una gran cantidad de emprendimientos gastronómicos de distintas colectividades con intervenciones de danzas y músicas típicas, provenientes de distintos puntos del país, que hacen necesario poder planificar el Encuentro Anual con antelación para lograr mantener la calidad de este evento», concluyó el comunicado oficial.