Educación

Da clases de apoyo escolar en una plaza y ayuda a un merendero

Si bien la actividad es gratuita, Adela invita a las familias a colaborar con materiales para el comedor La Lala. Además de aprender, se trata de un espacio de contención para los chicos.

Adela Narowlansky es una vecina y maestra particular de barrio Urca, en la ciudad de Córdoba, que dicta clases de apoyo escolar en la plaza de su barrio. Si bien las clases son gratis, invita a colaborar con donaciones para ayudar al comedor La Lala, de barrio Ciudad de Los Cuartetos.

La maestra llevará a cabo las clases particulares todos los martes y jueves de febrero, de 18 a 20, en la plaza República de Israel. Si bien es gratuito, se invita a las familias a colaborar con útiles escolares y alimentos no perecederos para el comedor.

La actividad está orientada a estudiantes de primario y de los primeros dos años del secundario. En la invitación se especifica que solo hay que asistir con lápiz, goma, lapicera, un cuaderno y el tapabocas.

«Vamos a repasar contenidos básicos de Lengua y Matemáticas, previo al inicio del período lectivo», señaló Adela. Y añadió: «Está organizado en un espacio al aire libre, con suficiente distancia y con todas las precauciones necesarias».

Adela es bioquímica y maestra particular, y vive en el barrio hace 12 años. Tiene una fuerte vocación por lo social, que la impulsó durante la pandemia a abrir un canal de Youtube sobre educación, llamado Apoyo escolar Adela, para seguir acompañando a sus estudiantes en la cuarentena.

La iniciativa surgió como una forma de ayudar a los niños a retomar sus estudios y «recuperar el cariño por aprender», según aseguró la maestra. Y añadió: «De paso ayudamos a un merendero que está en dificultades».

«Quisimos fortalecer la colecta de útiles y alimentos para el merendero, porque han caído las donaciones y cada vez nos cuesta más conseguir la ayuda. Quizás sea por la situación económica», expresó.

En relación a las clases, Adela no le ha puesto un cupo al espacio. «Si se desborda quizás busco alguna persona que me de alguna mano, pero creo que hay lugar para mucha gente, aún respetando la distancia social», detalló. Además, tiene previsto incluir algunas dinámicas, como juegos para los niños que asistan.

Respecto a los espacios de apoyo escolar, la maestra aseveró: «Creo que no solamente suplen déficit y falencias de la educación formal sino que además son un espacio de contención para los chicos. A veces los padres trabajan todo el día, y es bueno que una persona pueda ayudarlos, apoyarlos, mirar sus cuadernos en el caso de los más chicos, y complementar lo que a veces en la escuela o por falta de apoyo en la casa, no se logra».

Adela sostiene que se trata de un espacio de contención y de apoyo, no solamente en lo académico, en el que «se generan vínculos muy lindos con los alumnos a través de los años». «Tengo alumnos que ya han terminado la facultad y que los acompañé desde cuarto o quinto grado hasta que ingresaron a la universidad», contó la maestra.