Animales
Descubrieron un nuevo mamífero en Córdoba
A pocos kilómetros de Mina Clavero, investigadores hallaron una nueva especie para el mundo. Se trata de un tuco tuco, un roedor de menos de 150 gramos que vive bajo tierra.

Una nueva especie de mamífero fue descubierta en la ladera de las Sierras Grandes, muy cerca de los caminos que recorren el Valle de Traslasierra. Se trata de un roedor de menos de 150 gramos y que habita debajo de la tierra.
De acuerdo a lo que informó La Voz, el animal fue bautizado Ctenomys heniacamiare. La primera palabra corresponde a este grupo particular de animales conocidos vulgarmente como tuco-tucos.
Cabe señalar que Córdoba ya suma seis especies de Ctenomys, aunque se conoce poco sobre ellas.
«Los mamíferos son un grupo bastante estudiado. Por eso, encontrar una especie nueva fue una sorpresa grande, sobre todo, para la provincia de Córdoba que tiene varias universidades que los estudian. Y lo encontramos en un sitio que está al lado del Camino de las Altas Cumbres», explicó José Coda, del Grupo de Investigación en Ecología Poblacional y Comportamental (Giepco) de la Universidad Nacional de Río Cuarto y Conicet. El trabajo fue publicado en la revista Journal of Mammalian Evolution en octubre pasado.
Los otros autores son Facundo Contreras y José Priotto, del Grupo de Investigación en Ecología Poblacional y Comportamental (Giepco); y Fernando Mapelli, Daniela Pereyra y Pablo Teta, del Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia, en Buenos Aires.
Los tuco-tucos deben ese nombre al sonido que hacen bajo tierra. Los investigadores primero revisaron la bibliografía que había sobre las especies de este grupo que viven en Córdoba y analizaron algunos especímenes que se conservan en la UNRC.
«La primera confirmación se dio a partir del análisis genético comparado con las otras especies. Luego un taxónomo, experto en clasificación de especies, describió las diferencias morfológicas», detalló Coda.
Sin embargo, aclaró que estos rasgos distintivos no pueden observarse a simple vista. «C. heniacamiare no se diferencia mucho del resto. La principal característica son unos huesos muy pequeños que están cerca del arco cigomático, en el cráneo. Sólo los utilizan los taxónomos para distinguir los especímenes dentro del museo», puntualizó.
No obstante, la divergencia genética respecto de los otros linajes fue alta, de entre el 7 al 14%. Por eso se trata de una nueva especie.
«Son un grupo muy particular, porque están el 99% del tiempo bajo tierra, solo salen para alimentarse. Entonces es difícil observarlos», manifestó Coda.
Esta poca movilidad también favorece su aislamiento en pequeños grupos y su especiación. «Como los grupos no se vinculan entre sí, no intercambian genes y por lo que se transforman en especies diferentes», expresó. De allí la gran diversidad del grupo: 66 especies en América del Sur. Y podrían ser muchas más.

Sobre la nueva especie
C. heniacamiare, la nueva especie, vive en la ladera de las montañas cerca de la naciente del río Mina Clavero. Son herbívoros.
«Son animales que hacen galerías bajo tierra para vivir. Pero sobre la ladera hay una gran cantidad de piedras y es bastante complicado cavar. Entonces esta especie hace cuevas debajo de las piedras. Es un ambiente raro, donde uno no esperaría encontrar estos animales», señaló Coda.
Cabe señalar que el nombre Heniacamiare se debe al pueblo y la cultura henia camiare que habitó la zona de las sierras de Córdoba antes de la llegada de los españoles, quienes le asignaron el nombre de comechingones.
Coda desconoce el estado de conservación de esta nueva especie y de los otros tuco-tucos cordobeses. Para conocer su situación, se debe completar una ficha con características de la especie y con todos los sitios donde fueron hallados. «No hay mucha información y hay pocos ejemplares recolectados, por lo que no podemos saber su estado de conservación real», aseguró.
Sin embargo, advirtió que estas especies sufren las mismas amenazas que el resto de la fauna de Córdoba. «C. heniacamiare vive en las laderas, donde hay ganadería, también es zona de incendios, a pesar de que está el Parque Nacional Quebrada del Condorito y la reserva de Achala», comentó.
«Nuestra provincia tiene una de las tasas más altas de desmonte y de intensificación agrícola. Nuestros pastizales y bosques fueron arrasados, junto con la fauna. Esa es la principal amenaza que tienen estas especies y los parques nacionales podrían ayudar a su conservación, concluyó.
Ctenomys heniacamiare sería el mamífero número 70 de nuestra provincia. De estas especies, 25 están amenazadas, entre ellas: guanaco, pecarí quimilero, aguará guazú, tapetí y carpincho.
Fuente: La Voz.