Alrededor de diez jubilados mayores de 80 años se encontraban en situación crítica en cuanto a comida, higiene y salud. El sitio estaba ubicado en la localidad de San Francisco.
"No sé qué buscaba, pero si me quería hacer daño me lo hubiese hecho a mí", expresó la mujer, desconsolada. Asimismo, señaló que el anciano llamaba al presunto asesino para que le cortara el pelo.