El episodio ocurrió en la localidad de Despeñaderos. Proteccionistas fueron a la vivienda por una denuncia sobre animales y se toparon con una mujer de 92 años en pésimas condiciones de salud.
Un grupo de niños fueron los encargados de lanzar los peces a la altura del balneario de Río Tercero. La medida fue ordenada para reparar el daño ambiental provocado por una empresa.