Las agresiones comenzaron durante el recorrido y la mujer llamó a sus familiares para que se presentaran en una parada de barrio Matienzo. En el lugar, todo empeoró y el chofer fue golpeado.
También se lo encontró culpable de tenencia de imágenes pornográficas de menores y de abuso sexual simple. El hombre usaba el transporte para cometer los ilícitos.
Un chofer de Ersa se vistió de superhéroe y decoró su colectivo para visibilizar la lucha de las familias de niños con cáncer. El hombre colocó carteles alusivos al pedido que están realizando padres de todo el país.