También se lo encontró culpable de tenencia de imágenes pornográficas de menores y de abuso sexual simple. El hombre usaba el transporte para cometer los ilícitos.
El hombre ingresaba en grupos de niñas con un perfil falso, haciéndose pasar por una de ellas. Con este mecanismo les pedía fotos a cambio de ganarse un premio.
La Cámara del Crimen los encontró culpables de grooming, corrupción de menores, facilitación de la prostitución agravada y tenencia de pornografía infantil, entre otros.
Un joven de 25 años fue condenado por múltiples delitos contra la integridad sexual de niñas y adolescentes. Las víctimas identificadas tenían entre 8 y 16 años.