Violencia de género

Femicidio: detuvieron a un hombre por prender fuego a su pareja frente a su hija

La mujer falleció tras siete días de agonía. Según el acusado se trató de un accidente, pero está imputado tras múltiples sospechas, entre ellas la declaración de la pequeña de cuatro años.

Gabriela Verónica Lencina, de 43 años, murió luego de ser presuntamente quemada por su pareja en barrio Coronel Olmedo. La mujer falleció el domingo en el Instituto del Quemado tras nueve días de agonía.

La muerte de Gabriela Lencina podría ser catalogada como el primer femicidio del año en Córdoba. Hasta el momento, Sebastián Videla (40), pareja de la mujer, está imputado por homicidio doblemente calificado por el vínculo.

Cuando llegó la ambulancia y la policía a la vivienda, la encontraron con graves quemaduras junto a su pareja, quien argumentó que había sido un accidente doméstico con alcohol y un cigarrillo. El hombre se subió a la ambulancia y la acompañó al Instituto del Quemado.

La mujer murió luego de siete días internada con quemaduras en el cuerpo. Habría ingresado al establecimiento el pasado 27 de diciembre con graves lesiones.

Por un lado, la propia víctima llegó a decir que todo había sido un accidente. Que las quemaduras las había sufrido mientras estaba preparando un rociador con alcohol y agua por el coronavirus. Se lo dijo a un bombero, a un policía y a un médico, consignaron fuentes oficiales.

Sin embargo el caso, por estas horas, ya fue encuadrado como femicidio por la Justicia. Su hija, Patricia, fue la encargada de contar los detalles de lo ocurrido.

«Hace un año nos venía dando advertencias de lo que estaba pasando pero no quería que nos involucremos por miedo a que nos pasara algo», expresó en diálogo con El Doce.

Patricia se enteró de lo ocurrido cuando el propio imputado la llamó por teléfono y le dijo: «Che Bebi, ¿te podés llegar? Tu mamá está prendida fuego», todo mientras su mamá gritaba con desesperación. Esos mismos gritos fueron los que escucharon los vecinos que llamaron a la Policía.

Cuando llegó a la casa, la hija se encontró con su madre envuelta en una toalla mientras Sebastián la abrazaba. «Cuando ve la policía me empieza a insultar y a decirme que me vaya», declaró la mujer.

Sin embargo, lo más terrible parece ser que durante el incidente hubo otra testigo, una pequeña de cuatro años, hija de Sebastián y Gabriela. «Mi mamá me pedía que me la llevara y él me decía que no, que a su hija no la tocara», contó Patricia. Cuando le preguntó a la pequeña que le había pasado a su mamá, la niña dijo que «estaba prendiendo un cigarrillo y que el padre le tiró alcohol».

Asimismo, Patricia aseguró: «Desde que mi mamá fallece se llevó a mi hermanita y yo no la vi más, no sé donde está». Y agregó: «Yo no sé en manos de quién está mi hermana», intuyendo que se encuentra con la familia del presunto femicida.

«Él nos dijo que en todo momento mi mamá estaba estable, que estaba bien, nunca nos dijo que estaba en terapia con respirador y que se estaba muriendo», manifestó la mujer. Incluso el hombre le habría dicho que a Gabriela le iban a dar de alta.

«Solo quiero que se haga justicia por lo que le pasó a mi mamá y que mi hermanita esté con nosotros», concluyó Patricia.

La investigación, que se encuentra en manos de la fiscal Bettina Croppi, se enfoca ahora en la búsqueda de testimonios y distintos peritajes, entre otras medidas, además de encuestas ambientales. Los bomberos deberán declarar.