Habló el intendente de Marcos Juárez: «Nos vemos desbordados por la situación»

Luego de que comience a regir el nuevo DNU nacional que impone múltiples restricciones en el marco de la segunda ola de la pandemia, muchos intendentes cordobeses se refirieron a la dificultad para hacer cumplir las medidas, que se suman a la crisis económica que sufre la población.

De acuerdo a lo que informó El Doce, en Marcos Juárez se labraron más de 45 actas por infracciones solo este miércoles a la mañana. «Nos vemos desbordados por la situación porque tendríamos que clausurar el pueblo entero», contó el intendente, Pedro Dellarossa, en diálogo con El Doce. En ese sentido, aseguró que están «entre la espada y la pared», sin poder contener la realidad «con gente que no cumple las normas».

Asimismo, el mandatario municipal señaló que muchas actividades no autorizadas «igualmente están trabajando porque se hace imposible controlar todo». A su vez, se refirió a los problemas sanitarios en la localidad: «Creo que en 10 días o antes, los médicos van a tener que decidir a quién atender y a quién no atender, y después tendremos el reclamos de toda la gente por un colapso».

En tanto, Dellarossa apuntó contra el Gobierno nacional por la lenta vacunación. «Esto se soluciona con el arribo de las vacunas, tendríamos que tener el 60%de la población inmunizada y prever con anterioridad para evitar esto», opinó.

Esta situación se repite en parte del sudeste provincial, con hospitales colapsados, crecimiento de casos y muertes por el virus, y dificultades para que se acate el DNU presidencial.

«Vengo del hospital y veo a mis colegas médicos agotados; cansados física y mentalmente, pero también cansados con la sociedad. La gente quiere salir y creo que el lunes se va a producir una reapertura brusca de los comercios», expresó a La Voz el intendente de Leones, Fabián Francioni. Y concluyó: «La gente está mal informada: el lunes no se termina nada, esto va para largo»

Por parte el intendete de Bell Ville, Carlos Briner, denunció el escrache en su casa de parte de comerciantes. «Hay una fuerte presión de los sectores comerciales, pero la máxima presión es la de escasez de camas en el hospital; estamos desesperados por conseguir camas», manifestó.