Violencia de género

Habló la mujer baleada por su pareja en Tanti: «La idea de él era asegurarme la muerte»

La víctima que recibió un disparo de su pareja pudo sobrevivir y brindó su duro testimonio. "Me apuntó en la frente, tendrían que haber salido dos tiros pero no salieron", relató.

La mujer baleada por su novio policía en Tanti pudo sobrevivir y brindó su testimonio, en diálogo exclusivo con Arriba Córdoba.

El sargento Cristian Molina la agredió, le puso una pistola detrás de la cabeza y disparó. Tras resultar gravemente herida, la llevó a un dispensario, huyó y fue detenido horas más tarde. El hecho ocurrió el jueves pasado.

Luego de recibir el alta, la mujer contó la situación de extrema violencia machista que atravesó. «Agradecida porque puedo hablar y estoy viva. La idea de él era asegurarme la muerte, pero yo siempre le decía que el Dios que tengo iba a estar de mi lado», manifestó.

«Después de la discusión que tuvimos él me dijo ‘vamos a ver qué hace tu Dios, si te va a salvar o no’. Fue una discusión sobre dinero, él quería plata. Abrimos el miércoles una rotisería y no se vendió nada, el jueves tampoco, y eso lo enloqueció», expresó la mujer.

Asimismo, relató: «Todo empezó cuando mi hijo de 8 años estaba jugando en el piso. Lo retó y le dijo ‘levantate que no sos un animal’ de mala manera. Justo estaba mi hija y vio esa situación. Como ella ya había presenciado otras situaciones de violencia verbal hacia mí, me dice ‘yo me lo llevo'».

«Ellos se fueron, yo me enojé y le dije ‘cerramos el negocio’. Cuando quise subir el auto me dijo que no y bajo la lluvia me vine caminando. Cuando llegué la puerta estaba cerrada con llave. Insistí hasta que me abrió enojado, entré y le dije que juntara todas sus cosas y se fuera, que yo no quería seguir viviendo con él», relató la víctima.

La mujer prosiguió: «Cuando voy a la pieza, él entra, cierra la puerta y me empieza a decir de todo. Me trataba de india, de negra, lo más bajo que pueda decirse a una persona».

Continuando con la denigración, el policía orinó en una taza del hijo de la mujer. «Sacó sus partes íntimas, se puso a hacer pis en la taza y me tiró dos veces pis en la cara. Eso me hizo sentir muy mal. Me enojé, lo empujé para que me dejara salir y me tiró en la cama. No me pegó pero me apretaba con bronca».

«Me decía ‘yo te amo, no quiero que te mueras’«, expresó la mujer. Mientras le decía que ella «no era nada» sin él, el sargento Molina agarró el arma que tenía arriba del ropero, le apuntó a la cabeza y gatilló dos veces. «Me apuntó a la frente, tendrían que haber salido dos tiros pero no salieron. Después me agarró del cuello fuerte y me puso el revólver en donde tengo la entrada de la bala, y me pegó el tiro», detalló la víctima.

Herida, ella salió corriendo de la casa y el hombre la subió a la fuerza a su auto. «Abrí la puerta del auto para tirarme, tenía miedo de morirme desangrada. Me agarró muy fuerte del brazo. Me decía ‘yo te amo, no quiero que te mueras’ y encaró para el dispensario. Había muchas mujeres y yo empecé a gritar ‘me pegó un tiro, me quiere matar’. Él subió al auto y se fue, fue la última vez que lo vi», concluyó.

«Hoy puedo estar viva y decir ‘no permitan ni siquiera que les levanten la voz’. Si no te tratan como alguien que vale la pena, dejalo. Y si hay miedo, que hablen, que no se callen», recomendó la mujer respecto a otros casos similares.