Adiós a El 10
La historia del cordobés al que Maradona le cambió la vida
Diego Arroyo, un joven que vendía camisetas, pudo expandir su negocio tras una foto con el ídolo. El relato del comerciante, quien asistió a un partido solidario realizado en Río Tercero.

La última vez que Diego Maradona jugó al fútbol en la provincia de Córdoba fue en 2014, por un evento solidario en Río Tercero. El encuentro contó con la presencia de Luis Fabián Artime, Federico Lussenhoff y Gustavo «El Tano» Spallina, entre otras figuras del fútbol local.
Sin embargo, entre quienes participaron del momento también estuvo Diego Arroyo, un joven que vendía camisetas desde su auto cerca de la peatonal y a quien una foto con Diego le cambió su negocio y su vida con una foto.
«Cumplí el sueño del pibe, empecé vendiendo camisetas desde el auto en la zona de la peatonal por una tema personal», relató el hombre en diálogo con Cadena 3.
Arroyo contó que pudo participar del evento porque lo «tocó la varita y de carambola» y que le pidió una foto a Maradona tras el partido. La imagen no salió en un primer momento, por lo que tuvo que insistirle.
«Me dijo ‘tranquilo, sí. No sabes usar la cámara’. Me secó la transpiración en el hombro, pienso hacerme un tatuaje ahí. Ese evento mostró lo solidario, ayudó a muchos jardines y a gente discapacitada», recordó el vendedor sobre el partido. Incluso reveló que se llama Diego por el ídolo, a quien se lo contó entre risas en el encuentro.
La segunda imagen tuvo éxito en Facebook y eso fue lo que, según él, le permitió expandirse. «Colgué la foto en Facebook y juntó como 4 mil me gusta. Ahí vi lo que era la presencia de Maradona. Después abrí otras unidades de negocios y el local empezó a tener otra presencia. Tenía un local chiquito en Nueva Córdoba», narró Arroyo.
«De ahí abrimos varios puntos de venta más por todos lados, en algunos pueblos había franquicias, todo a pulmón, con el proyecto empecé de -10. Por situaciones del país y la economía tuve que ir cerrando o vendiendo y me quedé con el taller textil. Eran 5 o 6 locales», concluyó el fanático, que actualmente hace camisetas para equipos amateur.