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Llevaron una imagen del Cura Brochero desde Córdoba hasta San Juan a caballo

Los viajeros relataron las múltiples dificultades que enfrentaron en su travesía. Sin embargo, finalmente llegaron a destino para cumplir una promesa.

Una familia gaucha trasladó una imagen del santo Cura Brochero a caballo desde Córdoba hasta San Juan. La travesía comenzó por una promesa.

De acuerdo a lo que informó Vía Córdoba, fueron 10 días en los que le tocó atravesar todo tipo de obstáculos que se le presentaron en el camino. Finalmente, durante la noche del lunes llegaron a cumplir una promesa que Martín Guevara había hecho por sus hijas.

En esta cabalgata participaron Luján (11) y Ercilia, las hijas de Guevara, junto a Enrique Montaño y José Cabello (Iglesia), Jesús Arrieta (Angaco) y Matías Díaz (Médano de Oro).

«Esto surgió por una promesa que tenía con Brochero, por un pedido que le hice por mis hijas. La idea era traer desde Brochero una imagen del santito para llevarla a la capilla de mi departamento, para que la comunidad pueda rezarle; todo a caballo y Brochero solito en una mula», explicó Guevara en diálogo con Diario de Cuyo.

Las complicaciones en la misión empezaron desde el primer día. El camión que trasladaba los caballos a Villa Cura Brochero, desde donde empezaba la cabalgata, fundió el motor y tuvieron que esperar para arreglarlo.

A pesar de ese contratiempo, pudieron comenzar el viaje. Los primeros días, todo se desarrollaba con normalidad. Sin embargo, camino a Chepes, una de las hijas de Guevara, Ercilia se cayó de su caballo por un movimiento brusco que hizo el animal.

Al principio pensaron que una víbora lo había atacado, pero se trataba de una araña cuyucha o «viuda negra» que le provocó una necrosis casi instantánea al caballo. El animal todavía sigue en grave estado.

No obstante, los viajeros se sobrepusieron a este inconveniente y llegaron las salinas de Mascasín, que tuvieron que atravesar con un viento Zonda que hacía prácticamente imposible que pudieran avanzar. La familia hizo 20 kilómetros en seis horas.

Más allá de las dificultades, de acuerdo a lo que relataron, en el camino les tocó vivir una experiencia increíble. «Lo cuento y me emociono. No pretende que nadie crea, sólo que así fueron los hechos y nada más», manifestó anticipa Guevara.

El episodio ocurrió cuando llegaban a Bermejo. «Nos enteramos que el hijo de unos amigos estaba grave, en terapia. Desde ahí le enviamos un poncho que nos habían dado en Brochero y ese niño, de tan grave, al día siguiente pasó a una sala común», contó emocionado.

Posteriormente, les quedaba llegar a la Difunta Correa y finalmente pudieron dejar la imagen del santo en la Casa del Gaucho para ser visitada. Allí permanecerá hasta que sea trasladada a la capilla de Nuestra Señora de Pompeya.

Fuente: Diario de Cuyo, Vía Córdoba.