Fallo judicial
Mutiló a una puma con una trampa y ahora deberá pagarle una «cuota alimentaria»
Se trata de la primera vez que un caso de violencia contra un animal de la fauna silvestre obtiene un resarcimiento de este tipo. "Unelén" ahora se recupera en una reserva ubicada en Villa Rumipal.
Un cazador que mutiló a una puma en el Parque Nacional Lihué Calel, en La Pampa, deberá pagar una «cuota alimentaria» de por vida. Ahora, el animal se recupera en una reserva de fauna de Villa Rumipal, en Córdoba.
En un «acuerdo de reparación» avalado por la Justicia, el productor agropecuario responsable del hecho deberá depositar una suma mensual de 4.000 pesos, ajustable cada seis meses.
El animal, llamado Unelén, de uno a tres años de vida, perdió una pierna en una trampa y por primera vez un caso de violencia en perjuicio de un animal de la fauna silvestre obtiene un resarcimiento económico.
Cuando la encontraron los brigadistas del lugar, la puma estaba agotada y colgada de un alambre colindante entre el predio del parque y un campo vecino. Hacía horas que saltaba de un lado al otro, intentando escapar. Una de sus patas delanteras quedó aprisionada y triturada por los dientes de una trampa «de oso» o «leonera».
Los brigadistas del parque nacional la conocían dado que había sido vista varias veces por las cámaras del espacio protegido de 32.500 hectáreas. Actualmente, la puma se recupera en una reserva de fauna de Córdoba.
Unelén sentó jurisprudencia: por primera vez un caso de violencia en perjuicio de un animal de la fauna silvestre (delito penal en Argentina, tipificado en la ley 22.421), obtuvo un resarcimiento económico. Su cazador debe abonar una cuota para su manutención mientras viva (estiman que pueden ser 15 a 20 años más).
Con ese monto, se cubre parte de los gastos en alimentación. A su vez, debe aportar material de concientización y educación ambiental. El hombre, en su defensa, dijo que la trampa tenía como finalidad un jabalí, cuya caza está liberada, para preservar su ganado vacuno.
Pese a que su uso está prohibido, aseguran que este tipo de trampas se consigue en cualquier ferretería. Asimismo, cabe destacar que señalaron que podría haber lesionado a alguno de los trabajadores del parque o a cualquier persona que pasara por allí.
El incumplimiento del pago desencadenará la continuidad de la causa judicial, que podría terminar con un fallo que ordene la cárcel, informó Viviana Antoci, intendenta del Parque Nacional y encargada de impulsar la demanda penal. «Sienta un precedente legal para posibles luchas posteriores», manifestó en diálogo con La Voz.
En tanto, se inició una demanda civil, que podría condenar al pago de una multa que al menos permita recuperar parte de los 300 mil pesos de los gastos operativos que se destinaron al rescate y recuperación de la puma.
Unelén fue hallada herida el 16 de mayo pasado y de inmediato se activó su rescate. Estaba lastimada por la «mordedura» de la trampa y su instinto frustrado de huir. La durmieron, le quitaron la trampa y le realizaron la primera amputación, de parte de la mano derecha.
En búsqueda de un lugar definitivo para su vida en cautiverio, apareció en el escenario Pumakawa, la reserva de animales de Villa Rumipal, en Córdoba, especializada en el manejo de grandes felinos.
El 31 de octubre llegó a Pumakawa, que sumó el integrante número 13 a su comunidad de pumas. «Está en un proceso de adaptación intenso, pasó de silvestre a cautiva y de entera a amputada. Aun se muestra muy retraída”, describió Kai Pacha, responsable de la asociación civil.
En cautiverio, la expectativa de vida supera los 20 años. «Nuestra responsabilidad con ella es de todo ese tiempo, el mismo compromiso para quien puso la trampa», apuntó. Además, aclaró que el costo, solo en alimentación se acerca a los 25 mil pesos mensuales, muy superior a los 4 mil de la cuota que paga el sancionado, aunque valoró el convenio y el mensaje que encierra.
«Debe enseñarnos a tratar de convivir con la naturaleza, sino una trampa se vuelve en contra de quien la puso», concluyó el responsable de Pumakawa.