Ciencia
Orgullo cordobés: la UNRC patentó tejido biológico para trasplantes entre animales
El logro se alcanzó tras una investigación de más de 20 años del profesor Oscar Luján y su equipo. La prótesis de túnica bovina desnaturalizada y criopreservada permite transplantes de tejidos entre animales de distintas especies.

La Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC) acaba de patentar una tecnología biológica para trasplantes de tejidos entre animales de distintas especies. El logro se alcanzó tras una investigación de más de 20 años del profesor Oscar Luján y su equipo.
De acuerdo a lo que informó La Voz, Luján es profesor titular en las asignaturas Técnica quirúrgica y Semiología y Propedéutica, y posee los títulos de médico veterinario, especialista en Ciencias Clínicas y doctor en Ciencias agropecuarias.
Su invento consiste en la utilización de la túnica flava bovina desnaturalizada y criopreservada para trasplantes homólogos y heterólogos en animales que requieran un reemplazo de tejidos importantes, como hernias, eventraciones (mala cicatrización) y exéresis de tumores (extirpación completa).

El profesor trabajó junto con un equipo del área de Medicina y Cirugía Experimental del Departamento de Clínica Animal de la Facultad de Agronomía y Veterinaria de la UNRC. Su descubrimiento es que la túnica flava, membrana biológica de fácil obtención (correspondiente a la parte clara del corte de vacío), es útil para reparar defectos de la pared abdominal en los bovinos y como prótesis biológica para trasplantes en otros animales.
La investigación se potenció en el año 2009, cuando a manos de los investigadores de la UNRC llegó una potranca que, por ir a gran velocidad detrás de su madre, había embestido un alambrado. El animal se lesionó con las púas y sufrió un grave destrozo en su cavidad nasal, lo que comprometía seriamente su vida.
Luján recordó que, en la urgencia, se decidió hacer por primera vez un xenoinjerto, con túnica flava bovina en un animal de otra especie. «Se le trasplantó un segmento de este material como un parche biológico, para que protegiera a una malla de polipropileno que actuaría de sostén al tejido cicatrizal. Y el resultado fue la supervivencia de la potrilla», explicó.
El equipo de investigación también practicó cirugías reparadoras en perros y caballos, y se comprobó la efectividad de la túnica flava desnaturalizada para remplazar tejidos. En ningún caso, hubo signos clínicos de rechazo.
El Estado Nacional ya concedió a la UNRC el derecho para la protección de esta invención. La patente reconoce a Luján como inventor y le da a la casa de estudios de Río Cuarto el derecho exclusivo a impedir que terceras personas exploten comercialmente la invención protegida durante 20 años, a cambio de revelar la invención al público.

«Estoy feliz. Se reconoce un trabajo que llevó muchos estudios durante varios años», manifestó Luján.
«Nos encontrábamos ante la necesidad de un tejido de reemplazo para cubrir estructuras como los anillos herniarios o las pérdidas de tejidos por traumatismos o por exéresis, es decir, extirpación tumores. Las prótesis de las que disponíamos eran muy débiles. Y pensé en algún tejido que tuviera resistencia y no generara rechazo. Así, surgió la posibilidad de utilizar la túnica flava», explicó el profesor, respecto al descubrimiento.
En tanto, indicó que esta membrana «es una parte de la fase abdominal profunda de los bovinos, donde está muy desarrollada, y es lo que se conoce vulgarmente como la ‘telita’ del vacío; es lo que cubre el músculo recto abdominal».
«Una vez elegido el tejido, comencé a pensar en el proceso de desnaturalización, con el cual evitar posibles rechazos. La desnaturalización se logró a partir de combinar dos sustancias desengrasantes, el timerosal al 2% alcohol de 96º. Me llevó muchos años determinar que la proporción ideal para evitar rechazos era exactamente el 50 por ciento de cada elemento», reveló el profesor.
Asimismo, Luján expresó que el descubrimiento llevó muchos años de trasplantes, estudios histopatológicos e inmunohistoquímicos. Interpretó que con estos resultados se abre una línea de investigación interesante para las nuevas generaciones de cirujanos veterinarios y manifestó su voluntad de agradecer a la facultad de Agronomía y Veterinaria de la UNRC por haberle brindado todos los medios para llevar a cabo este estudio.
Fuente: La Voz.