Viajeros

Una familia de cordobeses vende todo para viajar y espera llegar a Alaska

Gabriel y Jorgelina son de Justiniano Posse y se embarcarán en esta aventura junto a sus hijos de 6 y 12 años. "La pandemia nos demostró que no podemos seguir esperando", expresaron.

Gabriel Alocco y Jorgelina Vasconi son de Justiniano Posse. Junto a sus hijos de 6 y 12 años planean emprender una aventura que tiene como destino final llegar a Alaska.

De acuerdo a lo que informó Villa María Vivo, el viaje comenzará en la primera semana de enero. La familia partirá hacia Las Grutas, recorrerán el sur de nuestro país, seguirán por Chile y finalmente esperan llegar a Alaska.

«Estamos desarmando nuestra casa para armar otra casa mucho más chiquita, otra forma de vivir», contaron los viajeros en diálogo con Radio Sudeste.

Respecto a cómo será el trayecto del recorrido, expresaron: «Uno tiene un plan, pero la ruta misma te lleva por otro camino. Nuestro plan en principio es salir hacia el sur, somos familia viajera de cuna, viajamos mucho. Vamos a hacer unos días de vacaciones y la idea es conocer Ushuaia y empezar a subir por la ruta 40″.

Posteriormente, la familia recorrerá Chile y se irán acercando a Centroamérica. Esperan poder ir a México y, si consiguen visas, llegar hasta Alaska.

«Vamos en una casita con ruedas, que se llama Ruda, es una Sprinter 413. Venimos soñando de día y de noche con esto. Tiene todo lo que tiene una casa, pero en un vehículo», detallaron en cuanto a su movilidad.

En relación a cómo surgió la idea, para Gabriel y Jorgelina, era un plan que vienen pensando desde hace bastante tiempo. Al principio querían hacerlo en pareja cuando sus hijos fueran grandes, pero finalmente decidieron realizarlo todos juntos.

«La pandemia nos demostró que no podemos seguir esperando. Antes pensábamos que teníamos tiempo, la verdad que no sé si hay más adelante, si hay después. Este año los chicos dijeron que sí, que querían ir», relataron.

Gabriel es analista de sistemas y Jorgelina es doula. En cuanto a sus empleos durante el viaje, ambos seguirán trabajando mientras recorren el continente.

«La tecnología nos da la posibilidad de conectarnos desde cualquier lugar. Yo soy doula y eso no va a poder dejar de ser parte de mí», explicó Jorgelina.

Y concluyeron: «Haremos artesanías y vamos dispuestos a hacer lo que sea. La idea es como continuar trabajando mientras viajamos».

Por su parte, los niños estudiarán virtualmente con exámenes periódicos y esperan poder continuar presencialmente en cualquier país.

«Vamos a una vida distinta, que nos haga feliz a los cuatro, conocer otros lugares, costumbres y culturas, comer otros platos, vivir la vida» concluyó Jorgelina que explicó que si los objetivos no se logran concretar, lo peor que puede pasar es comenzar de cero de nuevo, «como cuando decidimos juntarnos, tener familia y llenar una casa vacía».

Fuente: Radio Sudeste, Villa María Vivo.