Orgullo cordobés
¡Una genia! Es cordobesa, tiene 22 años y ya es una referente en el mundo de aviación
Con más de 500 horas de vuelo en sus registros, Lucía Vastik ya cuenta con cuatro licencias. En las últimas horas se convirtió en la primera aeroaplicadora cordobesa.

Lucía Vastik tiene 22 años, es de Córdoba capital y ya es una referente en el mundo de la aviación nacional. Con más de 500 horas de vuelo en sus registros, la joven cuenta ya con cuatro licencias y en las últimas horas se convirtió en la primera aeroaplicadora (piloto de avión fumigador) cordobesa.
En diálogo con Vía Córdoba, Lucía contó que nació y creció rodeada de aeronaves porque parte de su familia siempre fue una apasionada del rubro.
Más allá de ser una exponente femenina en un espacio en el que predominan los hombres, la joven se va ganando la admiración de todo el sector. Tan solo cuatro años después de terminar la secundaria, ya es piloto e instructora de planeador, piloto privado, piloto comercial y piloto aeroaplicadora.

Además, cuenta en su haber con cinco habilitaciones necesarias para sus licencias: de vuelo por instrumentos, vuelo nocturno, a aviones multimotores y a remolque de planeadores.
«Mi primer recuerdo arriba de una aeronave fue a los 14 años, aunque tengo fotos arriba de aviones de cuando era mucho más chica», contó Lucía. Y agregó que su papá fue uno de los grandes impulsores, ya que él fue quien la llevó a volar y con quien dio sus primeros pasos en la aviación.
La joven recordó: «Lo que más me gustó de esas primeras experiencias volando es que tuve sensaciones diferentes a todo lo que estaba acostumbrada. Sentí mucha emoción. Eso me despertó la curiosidad y el entusiasmo para seguir aprendiendo».

«Al principio empezó como un hobby hasta que me di cuenta que podía dedicarme completamente a esto así que empecé de a poco y hoy todo lo que hago es dedicado a la aviación», relató.
Asimismo, Vastik se refirió a los pasos que va dando en su profesión, que para muchos son dignos de admiración. «Los avances en mi carrera creo que forman parte de un proceso que es proporcional al esfuerzo que hago. De todas maneras, pienso que nunca se deja de aprender en este rubro y que me queda muchísimo por conseguir», señaló.
Al ser consultada sobre lo que significa ser un ejemplo para otros, Lucía aseguró: «No me pongo a pensar en ser referente, simplemente hago mi carrera que es lo que me apasiona». No obstante, expresó que «si esto es una inspiración para otras personas, me alegro mucho».

«A mi sueño lo estoy viviendo: es poder dedicarme a esto», confesó respecto a sus deseos a futuro. Y agregó: «Me voy trazando metas a corto plazo que poco a poco voy alcanzando».
Próxima a rendir la licencia de instructora de avión, Lucía contó que ahora su objetivo es «conseguir trabajo en una empresa de aeroaplicación». Y añadió: «También me gustaría sacar la habilitación de Combate contra incendios y seguir creciendo».
«El secreto para crecer en esta profesión es no rendirse nunca, seguir a pesar de las dificultades que van apareciendo», aseguró. En este sentido, reconoció que la carrera es «muy costosa», pero que «si uno tiene la pasión necesaria, no es imposible llegar».

En su caso, Lucía trabajó en una escuela de vuelo de Buenos Aires y así fue cómo empezó a acumular horas de vuelo. Luego, remolcó planeadores en el Club de Planeadores Córdoba y ahora vuela en Aeroatelier, una empresa aérea situada en La Cumbre.
«Cumplir con lo que a uno le apasiona es lo más lindo y creo que es para lo que todos vinimos al mundo», manifestó. Y concluyó: «A esa Lu que conoció este mundo a los 14 años le diría que se quede tranquila, que va a llegar a conseguir todo lo que se proponga».
Fuente: Vía Córdoba.
Fotos: Gentileza Lucía Vastik.